La presión arterial normal es un indicador clave de la salud cardiovascular. Se mide en milímetros de mercurio (mm Hg) y se expresa como dos números: el primero se llama presión arterial sistólica (la presión en las arterias cuando el corazón late) y el segundo es la presión arterial diastólica (la presión en las arterias cuando el corazón está en reposo entre latidos).
Presión arterial normal: Según las pautas establecidas por la American Heart Association (AHA) y el American College of Cardiology (ACC), una presión arterial normal es aquella que se encuentra por debajo de 120/80 mm Hg.
Presión arterial elevada: Cuando la presión arterial sistólica se encuentra entre 120-129 mm Hg y la diastólica es menor a 80 mm Hg, se considera como presión arterial elevada. Esto no es necesariamente una condición de riesgo, pero es una señal de que se deben adoptar cambios en el estilo de vida para prevenir el desarrollo de hipertensión en el futuro.
Hipertensión: Existen dos categorías de hipertensión:
Consejos prácticos para mantener una presión arterial normal:
Mantener un peso saludable: La obesidad es un factor de riesgo importante para la hipertensión. Mantener un peso saludable puede ayudar a reducir la presión arterial y prevenir enfermedades cardiovasculares.
Dieta equilibrada: Consumir una dieta rica en frutas, verduras, granos integrales, proteínas magras y grasas saludables puede ayudar a mantener la presión arterial en niveles normales.
Reducir la ingesta de sodio: El exceso de sodio en la dieta puede aumentar la presión arterial. Se recomienda limitar la ingesta de sodio a menos de 2,300 mg por día.
Ejercicio regular: La actividad física regular, como caminar, correr, nadar o practicar yoga, puede ayudar a mantener una presión arterial normal y reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Evitar el consumo excesivo de alcohol: El consumo excesivo de alcohol puede aumentar la presión arterial. Se recomienda limitar la ingesta de alcohol a no más de una bebida al día para las mujeres y dos bebidas al día para los hombres.
No fumar: Fumar es un factor de riesgo importante para la hipertensión y otras enfermedades cardiovasculares. Dejar de fumar puede ayudar a mantener una presión arterial normal y mejorar la salud en general.
Es importante medir la presión arterial regularmente y consultar a un médico si se detectan niveles elevados de presión arterial. La detección temprana y el tratamiento adecuado pueden prevenir complicaciones graves, como enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y enfermedad renal.