La función principal del estómago es la digestión mecánica y química de los alimentos. El estómago es un órgano en forma de bolsa que forma parte del sistema digestivo y se encuentra entre el esófago y el intestino delgado. A continuación, se detallan las funciones específicas del estómago.
Cuando los alimentos llegan al estómago, este órgano se contrae y relaja de manera rítmica, gracias a la acción de los músculos lisos de sus paredes. Este proceso, llamado peristaltismo, permite mezclar y triturar los alimentos, facilitando la acción de las enzimas digestivas y la posterior absorción de nutrientes en el intestino delgado.
Además de la digestión mecánica, el estómago también lleva a cabo la digestión química de los alimentos. Las células de las paredes gástricas secretan diversas sustancias que participan en este proceso, como el ácido clorhídrico y enzimas digestivas.
El ácido clorhídrico (HCl) es una sustancia altamente corrosiva que cumple varias funciones en el estómago:
El estómago secreta varias enzimas digestivas, siendo la principal la pepsina, que se encarga de descomponer las proteínas en péptidos más pequeños. La pepsina es secretada en forma de pepsinógeno, que es una forma inactiva, y se activa en presencia de ácido clorhídrico.
La mucosa gástrica, que recubre las paredes del estómago, está expuesta a un ambiente altamente ácido y corrosivo. Para protegerse, las células de la mucosa secretan una capa de moco que recubre las paredes internas del estómago. Este moco es rico en bicarbonato, que neutraliza parcialmente el ácido clorhídrico y evita que la mucosa se dañe.
En resumen, el estómago cumple funciones esenciales en el proceso de digestión, tanto mecánicas como químicas, y es responsable de la protección de sus propias paredes a través de la secreción de moco.