El tipo de sangre más común es el grupo sanguíneo O positivo (O+). Para entender mejor este concepto, es importante comprender qué son los grupos sanguíneos y cómo se clasifican.
Los grupos sanguíneos son clasificaciones del tipo de sangre basadas en la presencia o ausencia de ciertas moléculas llamadas antígenos en la superficie de los glóbulos rojos. Estos antígenos pueden ser proteínas, carbohidratos, glicoproteínas o glicolípidos. La clasificación de los grupos sanguíneos se basa principalmente en dos sistemas: el sistema ABO y el sistema Rh.
El sistema ABO clasifica los grupos sanguíneos en cuatro categorías principales:
El sistema Rh (Rhesus) clasifica los grupos sanguíneos según la presencia o ausencia del antígeno D en la superficie de los glóbulos rojos. Si una persona tiene el antígeno D, su grupo sanguíneo es Rh positivo (Rh+). Si no tiene el antígeno D, su grupo sanguíneo es Rh negativo (Rh-).
Por lo tanto, hay ocho tipos de sangre posibles cuando se combinan los sistemas ABO y Rh: A+, A-, B+, B-, AB+, AB-, O+ y O-.
El grupo sanguíneo O positivo (O+) es el más común en todo el mundo. Se estima que aproximadamente el 37-39% de la población mundial pertenece a este grupo. La prevalencia del grupo O+ varía según la región y la población; es más común en América Latina y África, y menos común en Europa y Asia.
El grupo sanguíneo O+ es importante en la medicina transfusional, ya que los individuos con este tipo de sangre son considerados donantes universales de glóbulos rojos, lo que significa que su sangre es compatible con otros grupos sanguíneos en situaciones de emergencia. Sin embargo, cabe destacar que los individuos O+ solo pueden recibir sangre de otros donantes O+ y O-.